Las características generales de este tipo de arquitectura son
principalmente las siguientes:
La cabecera,
se dirige canónicamente al este y presenta las mismas plantas y abovedamientos
que el mudéjar castellanoleonés y el románico puro.
La
principal diferencia entre el mudéjar de Toledo y el castellanoleonés cambia en
la decoración muraria, que
se aparta de las sobrias formas cristianas basada en el arco de medio punto
para emplear los propios de la arquitectura almohade.
Sobre
un primer zócalo o basamento de mampostería se superponen los cuerpos decorados
por arcuaciones ciegas de ladrillo, más variadas que el mudéjar
castellanoleonés.
Los
arcos de la franja inferior suelen ser de medio punto doblados, los del segundo
son túmidos (de herradura apuntados) trasdosados de arco polilobulado y en caso
de existir otros cuerpos superiores, sus arcos pueden ser de herradura normal,
de nuevo de medio punto, entrecruzados, etc.
Otra
característica distintiva de la decoración muraria del mudéjar toledano es que
los distintos cuerpos de arquerías ciegas se separan por gruesas y salientes impostas.
Otro
elemento diferenciado del mudéjar del área de influencia de Toledo con respecto
al castellanoleonés son las puertas,
más islamizadas.
Torre de la iglesia Santo Tomé (Toledo)